El editor de Diëresis, José Ángel Martos, apuesta por la lectura como placer y diversión, no en vano el lema de la editorial es ‘libros para el ocio inteligente’. La novela sigue siendo el género estrella, pero también hay espacio para las historias de superación, la narrativa de viajes y auténticos ‘best sellers’ sobre la literatura de montaña.

 

Diëresis se define como una editorial orientada al ocio inteligente, ¿cuáles son los temas estrella?

Todo aquello que haga disfrutar de la lectura entendida como placer. Ofrecemos la palabra escrita y la narración como fuentes de entretenimiento y goce, de diversión en el mejor sentido de la palabra. Por ello no nos cerramos a nada: este año nos hemos esforzado mucho en dar a conocer nuevos narradores de viajes y creo que hemos encontrado una estrella en Ricardo Fité (‘No le digas a la mama que me he ido a Mongolia en moto’).

También es tremendamente placentero leer y publicar a Tomás Alcoverro, uno de los mayores ejemplos del periodista capaz de imbuirse de otra cultura (la oriental, en su caso) y transmitírnosla en sus artículos y en libros como ‘La noria de Beirut’. También hacemos incursiones en el campo de la novela, dentro del cual nos interesa mucho la narrativa dirigida a la mujer, que es la gran lectora en nuestro país, y tenemos la suerte de contar con autoras como Raquel Villaamil (trilogía ‘Manhattan Beach’).

Como periodista, ¿qué papel juega el periodismo en el mundo editorial?

Ha sido esencial para la difusión de los libros, jugando un doble papel de altavoz y de árbitro, es decir, los periodistas decidían -y aún deciden- qué es digno de darse a conocer y qué no, con lo cual se convierten en un filtro casi tan importante como lo pueda ser el propio editor. Tengo mis dudas de hasta qué punto podrán seguir ejerciendo tanta influencia porque los nuevos prescriptores (youtubers, blogeros, instagramers…) les están sustituyendo aceleradamente.

Obviamente, los periodistas profesionales continúan teniendo un impacto muy notable en el mundo editorial, pero seguramente deben reflexionar sobre cómo lograr reconectar con un público que está abandonando los medios tradicionales.

¿Qué tipo de libro pide más el lector?

La novela continúa siendo el más solicitado. Tanto los géneros más populares de evasión como la alta literatura forman en conjunto los dos pilares sobre los que se sostiene el mercado del libro. Y como he dicho antes, la mujer es la principal consumidora de ficción novelesca en España. Ahora bien, también existe un mercado para otros géneros menos comentados en los medios de comunicación, como los libros de superación, reflexión y coaching, que es el área en que nosotros hemos publicado auténticos bestsellers como ‘Monterapia’ y ‘Slow Mountain’, del montañero vasco Juanjo Garbizu, que hoy es ya un escritor muy reconocido y querido por su capacidad de extraer de un espacio tan literario como son las altas cumbres una fuente de inspiración para nuestra vida cotidiana.

 ¿Cuáles son las tendencias literarias actuales?

Lo que más me llama la atención es el crecimiento de la poesía, que está experimentando un boom. Los poetas que encandilan a los jóvenes como Defreds, Miguel Gane o Ajo, la micropoetisa, han renovado el género y lo han hecho conectar con ese segmento de la población que se creía que iba a abandonar la lectura, algo que afortunadamente no ha ocurrido. También es muy interesante el fenómeno “submarino” de la novela romántica juvenil y adulta, que nosotros mismos comprobamos en Diëresis con el éxito de Raquel Villaamil.

 ¿Cuáles son las apuestas de Diëresis para el próximo año?

Vamos a lanzar obras importantes en el género de viajes, que creo que van a gustar muchísimo al público. Habrá viajes por el mundo y también por nuestro país, con autores muy carismáticos. Espero poder explicarte más detalles en uno o dos meses.

¿Por qué el libro digital no acaba de arrancar en una época en que lo tecnológico triunfa?

Hubo unos años, entre 2011 y 2015, que coinciden con la crisis económica, en que pareció que el proceso de sustitución del libro de papel por el digital era inminente. Luego, como por encanto, se paralizó este ‘sorpasso’. Llevo reflexionando bastante tiempo sobre por qué ha sucedido y, con la perspectiva de los años que ya han transcurrido desde el ‘parón’ del ebook, creo que seguramente la crisis había tenido más que ver con su auge de lo que nos pareció al principio, ya que el libro digital es más barato.

Al amortiguarse la crisis y perder importancia los argumentos económicos, el público volvió hacia la lectura en papel porque no acaba de apreciar que el formato electrónico le resulte más atractivo.

El disfrute de la lectura es mucho más tangible con un libro de papel. Y esto lo experimentan los propios jóvenes, a priori el público que debía haber impuesto el libro digital.

En este sentido, ¿tienen tirón las presentaciones y ferias del libro?

Las ferias del libro en España gozan de muy buena salud, en particular la de Madrid, en la que por primera vez este año nosotros hemos participado como editorial, una experiencia que nos ha impresionado. Y por supuesto, está el gran fenómeno del Día de Sant Jordi en Barcelona y el resto de Catalunya, donde el entusiasmo popular por el libro sigue siendo único y desbordante.

En cuanto a las presentaciones, nunca han sido fáciles. Cuando empezamos a publicar, en 2004, el libro digital apenas existía y ya era complicado atraer público a una presentación. Es algo que me da pena, ya que siempre he pensado que en las presentaciones literarias se aprende y disfruta muchísimo, y gratis. En ellas se tiene la posibilidad de tratar de tú a tú con los escritores, que acostumbran a ser personas de gran inteligencia, con experiencias interesantísimas que contarnos.

En el caso de Diëresis, ¿hay mucha diferencia entre las ventas de libros digitales y las del libro en papel?

Hay mucha diferencia en cuanto a su importancia económica, ya que el libro digital es demasiado barato. Aunque vendamos muchos, producen pocos ingresos debido a sus precios muy reducidos. Esto no es algo sostenible para las editoriales y nos preocupa, sobre todo por los autores, que reciben una remuneración muy baja en proporción a la cantidad de lecturas que tienen en formatos digitales.

Me he encontrado con autores que me dicen que les da igual que su libro aparezca en ebook porque la compensación porcentual que recibirán será mínima. Debemos esforzarnos, por tanto, en explicar al público que la dinámica de precios que se ha impuesto en el ebook no puede durar eternamente.

¿Cómo sobrevive una editorial mediana ante los grandes grupos en un sector tan competitivo?

Trabajando sin descanso -literalmente- y manteniendo una vocación a prueba de los muchos obstáculos que sabes que surgirán. Sin esa vocación sería imposible. Pero también es muy necesaria la creatividad para poner libros atractivos en las librerías y la agilidad y el dinamismo para adaptarse a los gustos e intereses de los lectores en cuanto los detectas. Por último, es necesario dar a conocer el valor de nuestros autores y de sus libros. Creemos que publicamos excelentes obras y uno de nuestros mayores esfuerzos es dar a conocer ese gran contenido que tenemos, para que no pase desapercibido en el océano de publicaciones que aparecen cada mes.